La acumulación excesiva de grasa ectópica, especialmente a nivel intraabdominal, es uno de los fenómenos que gatilla el síndrome metabólico, que se define como un grupo de anomalías que involucra dislipidemia, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina o hiperinsulinemia, e hipertensión, condiciones que conducen al desarrollo de diabetes y enfermedades cardio y cerebrovasculares. 
Es conocido que la alimentación y los hábitos alimentarios pueden contribuir al desarrollo o a la prevención el síndrome metabólico. Varios estudios han demostrado que la calidad de las proteínas de la dieta puede ser un modulador importante del riesgo de desarrollar este síndrome. En este interesante estudio efectuado por investigadores japoneses se estudia el efecto de consumir proteína de clara de huevo (EWP) o clara de huevo fermentada lácticamente (LE), formas fáciles de preparar y de consumir la clara de huevo, sobre el desarrollo del síndrome metabólico en modelos animales y humanos. 
En comparación con caseína, proteína fundamentalmente presente en lácteos, consumir EWP en la dieta disminuyó el transporte de lípidos linfáticos en ratas, medido por canulación del conducto linfático torácico. En un en experimento in vitro, el hidrolizado de EWP mediante pepsina disminuyó la solubilidad micelar del colesterol y su velocidad de transferencia desde las micelas a la fase oleosa así como generó una mayor capacidad de retención de agua, volumen de sedimentación en agua y la viscosidad relativa en comparación con el hidrolizado de caseína mediante pepsina. 
El consumo diario de LE durante 8 semanas redujo los niveles de colesterol plasmático total y del colesterol LDL en hombres con hipercolesterolemia leve.
Además, el consumo dietario de EWP redujo la masa de grasa corporal de las ratas sumado a un aumento de la masa proteíca corporal y una aceleración de la β-oxidación hepática. El consumo diario de LE durante 12 semanas redujo el área de grasa visceral y mejoró la relación entre área de grasa visceral y subcutánea. 
Tomados en conjunto, estos resultados indican que el consumo dietético de EWP y LE serían útiles para prevenir o atenuar el síndrome metabólico.