El análisis, publicado en PLOS Medicine presenta varias deficiencias. Entre ellas, es observacional y depende del autoinforme de los participantes, a quienes se les preguntó solo una vez en 25 años si consumían huevos; además no considera preexistencias o hábitos de vida en las personas estudiadas, como presencia de dislipidemia, sedentarismo, tabaquismo y consumo elevado de carnes rojas.
Una reciente publicación de PLOS Medicine titulada Consumo de huevos y colesterol y mortalidad por causas cardiovasculares y otras causas en los Estados Unidos: un muestreo poblacional (1), afirma que el colesterol en los huevos podría aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer. Sin embargo, un equipo de expertos del Centro de Nutrición del Huevo del American Egg Board destacan que este estudio tiene varias limitaciones, pues es observacional y depende del autoinforme de los participantes.
Además, los informes de referencia de huevos consumidos "por día, semana, mes o año" se registraron a partir de una "encuesta postal", mecanismo que limita en gran medida la importancia de esos datos de referencia.
Los especialistas del American Egg Board -integrado, entre otros por los doctores Mickey Rubin, Jen Houchins y Katie Hayes- añaden que los resultados del estudio son en gran medida inconsistentes con investigaciones recientes desarrollados con metodologías más sólidas y con la mayor parte de la evidencia científica sobre los huevos, el colesterol dietético y el riesgo de mortalidad.
Considerando estos factores, es muy probable que exista confusión residual en las conclusiones entregadas por el informe. Por ejemplo, en la línea de base, aquellos en el cuartil de mayor consumo de huevos tenían un índice de masa corporal más alto; eran menos activos físicamente; tenían más tendencia a fumar; tenían un nivel alto de colesterol en sangre; presentaban mayor consumo de carne roja y menor ingesta de fruta junto a una puntuación más baja del índice de alimentación saludable.
“Los resultados de este estudio son inexactos, porque solo se preguntó en una ocasión -hace 25 años- a las personas encuestadas acerca de su consumo de huevos. Durante los años siguientes, en que se les realizó seguimiento, no se les volvió a preguntar si su dieta había cambiado”, explicó el médico Francisco Moraga, expresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, SOCHIPE.
Agrega el especialista que “bajo estas premisas, la metodología del estudio carece de la rigurosidad científica necesaria que sustente los hallazgos presentados, por lo que las conclusiones deben interpretarse con cautela”.
De hecho, son numerosos los estudios que demuestran que el consumo de un huevo diario no afecta la salud cardiovascular. Por ejemplo, recientemente se publicaron 2 extensos análisis con metodologías robustas al respecto. El primero, en la revista The American Journal of Clinical Nutrition (2) un análisis que agrupó los resultados de 3 grandes estudios prospectivos internacionales que incluyeron más de 177.000 individuos, de 50 países en 6 continentes, donde no se encontraron asociaciones significativas entre la ingesta de huevos y los niveles de lípidos en sangre, la mortalidad general o los principales accidentes cardiovasculares como infartos al corazón o cerebrovasculares, incluyendo a quienes tenían antecedentes de enfermedad cardiovascular previa o diabetes. Coinciden con estos resultados los publicados recientemente en el British Medical Journal, en un estudio realizado por la Universidad de Harvard (3), que realizó seguimiento por más de 34 años a un grupo de 215 mil hombres y mujeres sin enfermedades crónicas al inicio del estudio y que concluyó, igualmente, que el consumo diario de huevos no está asociado a un aumento en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Estos hallazgos son consistentes con la última revisión sistemática y metaanálisis publicado este año en el American Journal of Medicine que reúne 23 trabajos prospectivos sumando 1.500.000 individuos, que confirman que el consumo de mas de un huevo diario no solo no se relaciona con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que protegería del desarrollo de cardiopatía coronaria e infartos al corazón (4).
Esto va en línea con las recomendaciones 2019 de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) respecto del colesterol dietario (5) y de lo señalado en las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025, (6) que ya no limitan el consumo de colesterol e incluyen a los huevos como parte de los patrones de alimentación saludable a lo largo de la vida, desde que los niños empiezan la alimentación complementaria hasta la senescencia, dado su riqueza en nutrientes y facilidad de consumo.
Bibliografía
1. Zhuang P, Wu F, Mao L, Zhu F, Zhang Y, et al. Egg and cholesterol consumption and mortality from cardiovascular and different causes in the United States: A population-based cohort study. PLoS Med 2021; 18(2):e1003508.
2. Dehghan M, Mente A, Rangarajan S, Mohan V, Lear S, et al. Association of egg intake with blood lipids, cardiovascular disease, and mortality in 177,000 people in 50 countries. The American Journal of Clinical Nutrition 2020; 111(4):795–803.
3. Drouin-Chartier J, Chen S, Li Y, Schwab A, Stampfer M, et al. Egg consumption and risk of cardiovascular disease: three large prospective US cohort studies, systematic review, and updated meta-analysis. BMJ 2020; 368:m513.
4. Krittanawong C, Narasimhan B, Wang Z, Virk H, Farrell AM, et al. Association between egg consumption and risk of cardiovascular outcomes: A systematic review and Meta-Analysis. Am J Med 2021;134(1):76-83.e2.
5. Carson J, Lichtenstein A, Anderson C, Appel L, Kris-Etherton P, et al. Dietary cholesterol and cardiovascular risk. A Science Advisory from the American Heart Association. Circulation 2020; 141:e39–e53.
6. US Department of Agriculture and US Department of Health and Human Services. 2020 Dietary Guidelines Advisory Committee. Dietary Guidelines for Americans 2020-2025. 9th Edition. December 2020. DietaryGuidelines.gov.